Nos gusta el cine de autor, el cine con un sello personal, la firma y la impronta individual que sobresale en un trabajo tan colectivo como es el cine. El New Cinema, contiene características del cine independiente pero añade capacidad para arrastrar masas de espectadores y coleccionar premios en festivales, es un cine trascendente y emocionante porque, es capaz de transmitir desde una perspectiva personal y única, el tratamiento de historias universales.
Un cine que se alimenta del cine clásico y que suele abarcar varios géneros o varias temáticas desde una óptica original, con una narrativa transversal, que sorprende mezclando o entrelazando el western con el noir, el drama y la comedia romántica, el terror y el thriller psicológico, diluyendo a menudo con acierto las distancias entre el cine indie y el cine de los grandes estudios. Algunos ejemplos recientes dignos de mención serían: Boyhood, de Richard Linklater, Solo los Amantes Sobreviven, de Jim Jarmusch, Her de Spike Jonze, Drive de Nicolas Winding Refn, Shame de Steve McQueen, Whiplash dirigida por Damien Chazelle, y Birdman de Alejandro González Iñárritu.
El New Cinema nace de la necesidad, es cierto, de una crisis profunda solo se puede salir reforzado, pero también nace de los nuevos medios de producción. Es el cine de la era digital, de los consumidores a la carta, consumidores proactivos que ya no se conforman con que el exhibidor le alimente 10 películas de dudoso gusto en su taquilla. Es el cine de la nueva era, hacia el final del negativo y el 35mm. A pesar de extravagancias como las de Quentin Tarantino y sus The Hateful Eight en 70mm de impuro celuloide.
Cartel: Sergio Del Toro